domingo, 12 de julio de 2009

Sì, me mato.


Tomè una hoja de papel para escribir mi propio epitafio. Esto saliò;


Porque mi cabeza es un lìo


Porque no hago nada


Porque no voy a ningùn lado


Porque odio la vida


Porque realmente la odio


Porque no la puedo soportar


Porque no tengo amor


Porque no quiero amor


Porque los ruidos estàn en mì


Poque no soy un good ol`estùpido


Sepan pues que morirè


Adiòs adiòs a todos


Y sigan mi ejemplo.


Tras firmar con letras claras y grandes, lo colguè --muy visible-- en la pared. Comencè a silbar.


Buscando el revòlver.


Clic, clic, clic.




Fragmento del libro de Jose Agustin "La tumba". paginas 126-127.

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